Si bien en nuestra sociedad global los vestidos, complementos y aderezos cotidianos se han uniformizado sobremanera, estos aún pueden denotar, por ejemplo, la procedencia étnica o la fe religiosa de una persona. La indumentaria así entendida se convierte en símbolo de una cultura determinada.
La indumentaria tradicional surge como una marca de identidad nacional o regional hacia finales del siglo XVIII debido a la progresiva consolidación de la conciencia nacional. Las vestimentas autóctonas de las comarcas castellonenses, como las de otros lugares, hoy se reservan para las celebraciones y actos festivos locales, pero nos mantienen en contacto con nuestro pasado reciente.
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Indumentaria femenina
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