Vida doméstica

 

La familia tradicional, por lo general extensa, servía para proporcionar trabajo, educación y formación religiosa. Asimismo, tenía la importante función social de introducir a sus miembros más jóvenes a la vida comunitaria. La figura del padre era dominante, como correspondía a una sociedad patriarcal.

Pero hoy en día las familias castellonenses —como las de la mayoría de países industrializados— han perdido muchas de aquellas funciones. Incluso en la socialización tienen gran peso los amigos y los medios de comunicación. El rol de los padres ha cambiado ostensiblemente, especialmente el de la madre, a medida que su equiparación con el sexo masculino se está haciendo efectiva en todos los frentes.

Con todo, la familia sigue siendo la unidad básica de organización social y retiene la función primaria de prestar protección física y emocional a sus miembros. Eso sí, la vida doméstica ya no discurre al calor de los fogones de la cocina, sino enfrente del televisor del salón.

Todos estos cambios se relacionan, obviamente, con la evolución que la sociedad ha experimentado en los dos últimos siglos en prácticamente todo el mundo.

Cocina tradicional

Cocina tradicional