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Siglos XV-XVII![]() |
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Aunque en el siglo XV aún conviven y se entrelazan los temas cristianos y los islámicos en la decoración cerámica, los primeros se impondrán definitivamente en el siglo XVII. La composición también cambia y las estructuraciones decorativas tenderán a ordenarse en dos zonas, —por ejemplo, en el ala y el fondo del plato— o se dispondrán por toda la pieza, a modo de cuadro. Estos cambios son sintomáticos del devenir político de la península. La cerámica de reflejo metálico llegará en el siglo XV a su máxima expresión con los alfareros moriscos de Manises que, provinentes de Granada o Málaga, conseguirán una loza más fina y composiciones muy equilibradas. Esta loza lujosa, signo de riqueza y prestigio, se exportó a todo el continente europeo, norte de África, Egipto y Persia. Su declive empezó durante el siglo XVI, coincidiendo con los cambios estéticos del Renacimiento y la aparición de la mayólica policromada. De carácter popular, la cerámica decorada en azul realizada en Valencia y alrededores tendrá su auge en los siglos XV y XVI, con el cambio de algunas formas tradicionales y la introducción otras nuevas. La loza verde y morada, por el contrario, desaparecerá en este periodo de los alfares españoles, con la excepción de Teruel, donde se mantendrá incluso tras la expulsión mudéjar (1610). El azulejo es la forma cerámica más representativa de la arquitectura islámica. Su producción en tierras valencianas se inició poco antes del siglo XV y se convirtió, con Manises a la cabeza, en la más importante del mundo occidental en los últimos años de la Edad Media. |
![]() Cuenco
Azulejos
Escudilla de orejetas |
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